4/5/12

Hoy

Hoy no sé qué son sueños y qué son verdades. ¡Qué serán!, me digo.
Mientras tanto lucho, me enfrento a todo lo enfrentable, escalo, aspiro,
sueño. Y es entonces que vago y no sé, no sé y me pierdo. ¡Qué será de mí!
Y como un círculo me muevo, de arriba hacia abajo, dirigiéndome hacia el
norte, hacia la frontera que me separa de mí mismo. Hacia el abismo: ¡hoy!

3/5/12

Un nuevo poema

Si pudiera volver a escribir de nuevo trataría de componer un texto cada día, adornado de mil flores, a veces desnudo, quién sabe como sería…
Hoy, por fin hoy hay nubes de colores que se me asoman a la ventana, promesas de un tiempo incierto, promesas… Quizá sean solo eso: promesas. Pero no, creo que es el renacer de una nueva vida. Un poema por la mañana y otro por la tarde, esta es mi tarea. Lo peor es saber sobre lo que escribir, eso es lo difícil, pero… ¡a quién le importa!
Aquí estoy como el barco varado, como la estela del mar que aún no ha salido, como la furia del viento, como un gigante sin alas, sin fuerzas vengativas, sin premura.
Así es el tiempo: un guardián de secretos inexpugnable, sabio, temeroso y vengador. Aquí estoy Prometeo gracioso, grácil avecilla, rueda y manecilla que todo lo controla, marea de pensamientos.
Ante ti me someto ya que no quieres que me someta ante nadie. Ante ti voy viejo compañero. Hoy los rumores son solo eso, rumores, lejanos, atemperados. Viejos.
Y, mientras, aquí, estoy yo, dispuesto otra vez a darle cuerda al tiempo, a velar en la madrugada, a suspirar poemas de acero, a pensar el por qué y a decir el cómo.
Qué gran tarea, por fin despierto, ya era hora, un mes después, de haber varado en el desierto, un mes después solamente. Solo un mes.