4/1/17

Como niños...

El abuelo no entendía cómo a mí me podía molestar su humo de tabaco sobre el rostro, solo era un retoño recostado junto a él en su cama. Mi tía no entendía cómo su padre hacía perrerías conmigo y corría dispuesta a rescatarme de la presa sin conseguirlo. Solamente los entendí yo, el día que aprendí a hacer pompas manchando de jabón el piso recién fregado y mi madre venía, de pronto, como el perro del que había que huir.

1/1/17

Desde la lejanía

No puedo olvidar, no debo.
Nadie me vigila, nadie me ata
sin embargo, una voz me mira
no está lejos, en las antípodas,
ni en el firmamento, no es rey,
ni emblema, ni pasado.
Nada siento si los pronuncio. 
Son otras fuentes melodiosas
dulce manantial,
sobre acerado cauce
las que bajan silenciosas
y enigmáticamente peregrinas,
a proponer un encuentro:
la verdad del torrente nuevo 
con la tierra seca,
la que quiere empaparse
y descubrir el florecimiento
de la verdad de los finales,
no cualesquiera;
las fronteras lo saben bien,
la morada después del viaje,
el aceite en el pan,
la tensa suerte.
El suspiro y la contemplación.
Pocos la escuchan.
El tiempo y el aroma 
se armonizan unidos.
El placer y la intriga
juegan alegremente.
Y mientras,
un sereno juez antiguo
mira incrédulo, intentando,
alejar el aleteo
de lo que llega, de lejos.

                               inefabilidad