25/3/16

Pasión propia I



Hoy he decidido no esperar por nadie. Muere quien no lleva a cabo sus esperanzas. Termina muriendo quien no se atreve a volar, a batir las alas sea de noche o de día. No levanta el vuelo quien tiene miedo, quien posterga, quien intenta doblegar el cemento. Quien no mira más allá de su ventana. Las sombras no albergan esperanzas, más bien rodean los sentimientos encontrados, terminan escondiendo la palabra, el encuentro, la belleza.

Ayer esperaba muchos cambios, esperaba que tú intentaras darme la respuesta, te observaba en majestuosa aparición. Pero no llegaste. Me quedé solo. Entonces no quedó otra respuesta que fundirme en mis apariciones, en mis amigos y amigas. Y seguí avanzando. En este espacio de vacuidad todo es posible, aquí el recreo es indudable, incierto como el saber y el no saber. La mayor de las respuestas es la creación, el ser indomado. La posibilidad de la magia verdadera.

Uno nace con un fin, con un propósito, aunque esté velado y se tarde tiempo, y uno lo construya y lo deconstruya progresivamente. ¿Qué dejar morir?, me digo. ¿Qué abandono habrá que hacer? Pero sin dramas, sin torturas ni culpas. Sin autoflagelarse. Uno deja en la cuneta los viejos hábitos, las viejas rutinas, las innecesarias, y se abre a las nuevas posibilidades, aunque generen esfuerzo.

No temeré los puentes construidos por mí. No renunciaré a seguir avanzando. No estaré caminando de puntillas. Iré firmemente en el trazo del dulce abismo. Renunciaré a una orilla para alcanzar la contraria.

24/3/16

Pasión propia



Noto volar golondrinas, cerca, muy cerca.
Pareciera que cantan la mañana
pero no lo es, más bien repiquetean
dentro de mi dormida cabeza.
Es temprano para hablar del amor, me digo.
Enciendo un cigarro y preparo un café,
me abro a lo desconocido y siento un espacio
que se extiende sobre mi percepción,
reduciendo los fantasmas y alargando el presente.
Pienso en ella, las imágenes no son coherentes,
sigo firme en mi solitaria perseverancia.
Ella no tiene nombre de mujer, ni es diosa.
Cuando la siento aproximarse a mi frente
percibo su estructura, su forma, siempre esquiva.
Y mientras se esconde, me llega su fragancia:
pinceladas de creatividad y matices libertarios.