26/1/12

Vez


Desnudo aquí, todavía…
la puerta está abierta, el café está al fuego
las llaves, la bufanda, el teléfono.
Todo está dispuesto, dispuesto
para recibirte,
para hacerte un hueco.

Desde la ventana mi habitación
te oigo,
¿no ves que me estoy vistiendo,
lentamente?
Que no tengo prisas
pues tú has venido sin tiempo
sin medida.

No es el monte de los sueños
tu patria
tampoco son las cimas de Ilión
nada de esto es tu casa.
tu patria es el aleteo de un papel,
el reflejo,
la luz
la oscuridad
el canto simultáneo de las voces.

22/1/12

El mar de los Sargazos

Nos vimos por primera vez en el mar de los Sargazos
o quién sabe.
Fueron aquellas playas húmedas, donde la salitre quema por la boca
y la arena arde, arde de calor, ¡puro!, puro calor del centro de la tierra.
Mientras, el corazón bombeaba la sangre suficiente para no agotar la prisa
para retrasar aún más el baño, y sentirlo más placentero, más bello.
Más íntimo aún si cabe.
Nunca supimos lo que era tensar la cuerda, llegar al extremo,
para nosotros, la playa, era toda ella espacio de libertad,
un continuo: arena, piedra, sol, aire, nosotros
nada fuera de nosotros era prisionero, todo era bello.
No permitimos torres de vigilancia, marineros en tierra con prismáticos.
Si los hubo, no me importó, no lo tuve en cuenta…
Y así pasaron los días y los atardeceres y la mañana llegaba sin noticias
de ti. Te habías ido, estuve esperando una señal y no llegabas.
Muchas veces me pregunté si te habías ido nadando al mar de los Sargazos,
aquel mar de los sueños, de la aventura, del delirio…
Por respeto al mar y a nuestra playa pedí un permiso y acampé en ella,
hice un fuego y estuve esperando. De vez en cuando llamaba al viento y obtenía
caricias que no pueden ser dichas, silencios oportunos en la estrellada madrugada
calor cuando hacía frío,
promesas,
promesas…
Tuyas.
Y entretanto aprendí a colorear las páginas en blanco de nuestra historia.
aprendí a ser cocinero de mil preguntas, a ser paciente con el tiempo,
a aprender a domesticarlo como si fuera un león.
Cierta mañana, cuando todavía era de noche una noticia de lejos me interpeló,
voces, murmullos, todo estaba mezclado…
Me acerqué a ver lo que sucedía y me asustó tu presencia, eras tú,
y no yo, parecíamos otros.
Y entonces me fui corriendo, lejos, me quité la ropa
me tiré al agua y estuve nadando horas y horas, y horas…
El agua del mar refrescaba y mezclaba, por igual,
la estructura salina que la vio nacer y aquellos ojos,
la imagen del hombre hecho hombre, a fuerza de tesón,
huyendo al mar de los Sargazos.



































21/1/12

Me encanta Vetusta

¡Esto sí es transmitir!

20/1/12

¡Un experimento!

Me pasó ayer. Iba por la calle y vi a una persona con una camiseta que ponía esta palabra: "France". A partir de aquí se me ocurrió el siguiente ejemplo-experimento:
  • Piense todo el mundo en la palabra Spain. ¿Qué sensaciones les produce esa palabra?, ¿qué se imaginan?. ¿cómo imaginan el referente de esa palabra?
  • Piense ahora en la palabra España. ¿Qué sensaciones les produce?, ¿qué se imaginan?, ¿cómo imaginan, ahora, el referente de esta palabra?


(Sería capaz de apostar mi dinero a que las sensaciones y el referente ha cambiado, si utilizamos una u otra. Si así ocurriese, sería otra demostración de que las palabras crean la realidad, y no al revés, -qué curioso, siempre nos habían dicho que lo primero era la realidad y después las palabras que serían etiquetas de las cosas-; cómo vemos, estamos creando en todo momento, ¡nuestra percepción crea la realidad!, aunuque pensemos, erróneamente, que la realidad es estática).