12/11/17

Doble mirada


Sentir alrededor
que no eres nadie
bajo el disfraz de rey de lo normal.
Estás ataviado, nadie te ve y sabes,
que dentro está la alegría y la visión.
Esta que permite traspasar la esfera e ir más allá,
tienes esos poderes, esa fuerza.
Y es, justo eso, lo que te da seguridad.
No posees superpoderes, nada en especial,
aunque te identificas con una seguridad etérea.
No es lo más importante el tablero del ajedrez,
Da más certeza el propio juego, haber perdido
cientos de veces, pero en unas cuantas haberle ganado
al destino, con una sola pieza.
Es la destreza lo que guardas milagrosamente,
y realmente le temes a poco, tu seguridad 
son los barrancos interiores, peñascos que eran inaccesibles.
Y sin embargo, el mundo piensa que has vuelto de Eurodisney,
uno de esos días libres en los que pasabas por allí.

                                                                                            inefabilidad

19/4/17

Tal vez

Cuando todas las redes sociales estén entrelazadas
y seamos un producto estable, definido,
cerrado, etiquetado y transparente.

Cuando la progresión tecnológica toque techo
y se encuentre con sus límites:
el fondo de los océanos y su esperanza,
el secreto de la vida escondido en los genes,
la energía inagotable, las galaxias lejanas
y los satélites que otean la Tierra
danzando en geométrica coreografía.

Cuando el motor sea motor,
el vino, vino; el trigo, trigo,
cuando los proyectos lleguen a un callejón sin salida
y se miren de frente, reconciliados
y se extienda el mantel, sereno, de las celebraciones
desplazando la risa a la prisa.

Cuando el presente sea una certeza
y los móviles sus sirvientes,
la televisión un espacio verosímil,
la lucha armada una pesadilla para los cuentos
y una alegría para las moralejas.
¡Cuánto tiempo habrá pasado!

Cuando no tengamos que derrochar
cuando haya calma,
cuando lo virtual aterrice en lo real
y se ría a carcajadas.

Cuando en la clase pueda llorar el profesor
y la tecnología no desplace
al alma de las palabras.

Cuando nos reunamos sabiéndonos sin saber,
cuando en los paseos se mire
más allá de las ventanas.

Cuando estemos tranquilos
cuando descansemos...

Tal vez sea entonces...
el momento,
en el que escucharemos.

                                                                        inefabilidad

4/1/17

Como niños...

El abuelo no entendía cómo a mí me podía molestar su humo de tabaco sobre el rostro, solo era un retoño recostado junto a él en su cama. Mi tía no entendía cómo su padre hacía perrerías conmigo y corría dispuesta a rescatarme de la presa sin conseguirlo. Solamente los entendí yo, el día que aprendí a hacer pompas manchando de jabón el piso recién fregado y mi madre venía, de pronto, como el perro del que había que huir.

1/1/17

Desde la lejanía

No puedo olvidar, no debo.
Nadie me vigila, nadie me ata
sin embargo, una voz me mira
no está lejos, en las antípodas,
ni en el firmamento, no es rey,
ni emblema, ni pasado.
Nada siento si los pronuncio. 
Son otras fuentes melodiosas
dulce manantial,
sobre acerado cauce
las que bajan silenciosas
y enigmáticamente peregrinas,
a proponer un encuentro:
la verdad del torrente nuevo 
con la tierra seca,
la que quiere empaparse
y descubrir el florecimiento
de la verdad de los finales,
no cualesquiera;
las fronteras lo saben bien,
la morada después del viaje,
el aceite en el pan,
la tensa suerte.
El suspiro y la contemplación.
Pocos la escuchan.
El tiempo y el aroma 
se armonizan unidos.
El placer y la intriga
juegan alegremente.
Y mientras,
un sereno juez antiguo
mira incrédulo, intentando,
alejar el aleteo
de lo que llega, de lejos.

                               inefabilidad