18/2/16

Llegar a buen puerto



Me preguntaste y te respondí,
me escuchaste y te hablé.
Te entregaste y me entregué,
me abrí y te abriste,
confié…
Pero no eras pájaro de primavera,
tampoco témpano,
más bien colibrí
que ha olvidado su medio,
que ha parado de buscar
aventuras y esfuerzos
Que se ha olvidado
de cruzar fronteras,
del nombre de los nombres,
que espera en la madriguera…
Tu mirada dejó de ser felina
y se volvió oscura,
como el futuro sin presente,
como olas sordas,
sin significados…
Desconfiado,
sorprendido, impresionado,
me pregunto por mí,
(y no por ti),
y el alma y el corazón me acogen,
como una madre, como un amigo,
como un amante 
y como un hermano.

9/2/16

A ti

Aquí fue el sitio donde descubrí que la distancia no es solo una barrera, es más que eso. La distancia no es un colchón de plumas sobre el que acostarte, abandonarte, rendirte. Las sábanas tienen que ser palomas libres, sandalias para los pies y nunca un sudario encriptado. Todos nacemos con el firme propósito de resucitar en esta vida, cada uno de nosostros está esperando a redescubrir nítidamente a la Realidad, pues somos eso, objetos como cualquier otro, pero con la fe inquebrantable en conectarnos con la multiplicidad del espacio. ¿Para qué quiero la distancia , entonces? Para atrincherarnos... Imposible. Uno se relaciona para poder ver las diferencias, para cantarlas y contarlas. Desde la diversidad encontramos la unicidad, lo auténtico, la maravilla del objeto que sincrónicamente coincida con nuestras neuronas y se acople perfectamente a nuestra epidermis. Es mentira que nos tengamos que guardar un as debajo de la manga. La vida entre tú y yo no es una partida de póker. Si fuera así, relacionarnos, sería una pérdida anunciada desde el principio. Las barreras son sordas, impien la conexión sensorial, alejan la intuición y nos retrotraen. ¿Qué quedará entonces sábanas adentro? Casi me imagino una barrera bajándose lentamente con un mando a distancia. ¿Qué quedará después? ¿Quién dijo complicidad? Somos soñadores de finales de películas extranjeras, estamos esperando a que todo esté dispuesto, a que nos llegue la orden, directa, perfecta, abierta, para poder, sin ningún tipo de temor, amar, sin temores ni distancias. Sin arriesgar.