Que nunca acaben las prisas,
si por tu sonrisa suspiran mis ojos.
Que el tiempo corra lejos
si estando contigo, los días y noches se acaban.
Que las flores sean flores y los campos, campos,
que cada palabra se llame por su nombre
y nada ni nadie nos confunda,
por querer beber del tiempo su esperanza
viviendo eternamente agradecido
compartiendo la alegría de tu alma.