24/3/16

Pasión propia



Noto volar golondrinas, cerca, muy cerca.
Pareciera que cantan la mañana
pero no lo es, más bien repiquetean
dentro de mi dormida cabeza.
Es temprano para hablar del amor, me digo.
Enciendo un cigarro y preparo un café,
me abro a lo desconocido y siento un espacio
que se extiende sobre mi percepción,
reduciendo los fantasmas y alargando el presente.
Pienso en ella, las imágenes no son coherentes,
sigo firme en mi solitaria perseverancia.
Ella no tiene nombre de mujer, ni es diosa.
Cuando la siento aproximarse a mi frente
percibo su estructura, su forma, siempre esquiva.
Y mientras se esconde, me llega su fragancia:
pinceladas de creatividad y matices libertarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario