2/3/22

Los días no predichos

Si te vas, espérame.

Si te quedas, vamos a marchar juntos.

Si el silencio grita, hazme una señal.

Si se oyen demasiados ruidos

crea una atmósfera de paz. 

Porque,

nada de lo que es mentira es del todo real,

nadie conoce la perfección hasta errar y

nunca se sabe lo que es la comunicación perfecta,

ni jamás se llegará a ningún lugar 

sin amar. 

Compartir es real, 

creer en la vida con mayúsculas

exige sacrificios.

Lo que existe de verdad

es la suma de la paciencia 

y de la verdadera espera:

la del alma y su hogar.

Ninguna otra lógica le vale.

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