30/12/24

Este texto no es una entrada

    Ese texto no es una entrada, es el final, del año, de una etapa, de un objetivo que nos marcamos artificialmente cada 1 de enero, porque también podría ser cada 18 de marzo, aunque cada día ya es una efeméride, cada día cuenta, hay que dedicarle tiempo a lo que dice la prensa, las redes, las sociales, las redes de amigos, y tantas redes que nos atrapan pero hacemos como si fuéramos independientes...

Hacia Belén va una burra..., ¡ten cuidado!, este mamífero NO es una burra, es un ser pacífico y su nombre no hace justicia a lo inteligente que es. ¿Te gusta José Mota? Yo prefiero a Ignatius y a Broncano, es que Motos es un facha y no puedo con él. ¿Te has fijado que Atresmedia tiene dos canales que propician la propaganda a ultranza tanto de los partidos de derechas como los de izquierda? ¿Tú crees que el mayor accionista o los propietarios de Atresmedia son fanáticos y agitadores de banderas del Barça o del Madrid como lo somos nosotros? Les da igual lo mismo y su contrario, o lo contrario y lo mismo, porque tanto monta, monta tanto. ¿Pero para qué dices refranes y frases hechas? Todo eso es viejuno y sinsentido, mola más frases cortas y al pie, como las rondas de Carrusel Deportivo en la Cadena Ser o Tiempo de Juego. Mira tú... Con el Manolo Lama ese, otro facha más, es que no lo aguanto, tampoco aguanto al Iker Jiménez ni al Ángel Gaitán... Ya la tele no es lo que era, sigue a los Influencer de Moda, a Lola Lolita y de paso y a Marta y compañía, desayuna likes y cena cereales de chocolate... 

Qué hartura de mundo, de gente pesada, así a veces en mi cabeza observo el mundo. De eso que acaban de leer no me representa nada, todo me da igual, a veces estoy de acuerdo y a veces no, pero parece que todo se tiene que polarizar, todo tiene que ser blanco o negro, conmigo o contra mí, no hay escala de grises o paleta de colores, el pensamiento dicotómico lo llena todo. Me divierten las peleas infantiles en los medios de comunicación (y en algunos círculos familiares, laborales, -añadan ustedes alguno más-), sin embargo no han conquistado aún otras fronteras o lugares... 
Y el único lugar que merece ser conquistado es el territorio del sí mismo, del yo, de la esencia o del amor propio, como quieran llamarlo. Tengo unos compañeros con los que voy a entrenar cada mañana a las 6:00. Ellos eligieron transformar sus vidas y pasar de la almohada por un "supuesto sufrimiento" a través del que se drena mucha falta de motivación, con el que te motivas (curiosamente) y dejas ahí todo ese sufrimiento acumulado y ya vas al trabajo y los miedos y la mala leche quedan atrás. Ahora puedes sonreír, vacilar, pensar con facilidad y escuchar no se te hace difícil. Sé que ahora hay mucho pensamiento motivacional y este no quiere ser uno de ellos, solo es una entrada para despedir el año en este blog, pero quería poner de relieve (como se dice ahora) lo que quiero que se quede en mi vida y lo que quiero seguir viendo como una mala película que se filtra cada día irremediablemente, en esta sociedad que nos anima al conflicto, pero que no nos enfoca al bienestar del cuerpo que, en resumen, es el bienestar del alma.

15/6/24

Sushi o Wittgenstein II

No somos nuestros nombres

ni el nombre deseado que habita 

en nuestros sueños dormidos de poetas.


No somos el dinero que tenemos, 

tampoco el que anhelamos, 

ni mucho menos el dinero que no tenemos. Tampoco aquel con el que nos conformamos.


No somos la cultura y el saber que profesamos, la certeza y la virtud de nuestra palabra recta. Es un bonito consuelo, frene a aquel que se identifica con su equipo favorito. En cualquier caso, elegir la verdura o la hamburguesa nos calmará de distinta manera el ansia, pero en ningún caso nos quitará eternamente el apetito.


No somos la apariencia, el saber estar, el traje o la marca de coche que envidiará nuestro vecino. Nada se mantiene como nuevo durante mucho tiempo. Todo será viejo hasta que se demuestre lo contrario o hasta que lleguen a nuestros labios la palabra “mantenimiento” o “pasado de moda”.


Y así podría seguir, desgranando eternamente lo no somos, aunque no tenga tiempo material para ser y estar presente. Por eso, como nada material me dará consuelo, me sujeto a algo inmaterial que sí me consuela, lo que cada día está presente en mi casa, en mi vida. Algo que no tiene la comprensión ni el entendimiento debido, algo que a veces es elegido en segundo lugar, que no te da un nombre, títulos, poder, ni te hace más famoso o rico. 


Esto que no elijo se llama amor y bondad. Son sólo dos palabras, pero su identidad no tiene contrarios, porque, simplemente, con ello se es justamente el eso que somos: nuestra verdadera esencia.

6/4/24

Manifiesto

 Me permito borrar todas las ideas brillantes o peregrinas que, olvidadas, lleguen deslavazadas a mí memoria intentando estructurarse como ideas fijas y serenas, estables y verdaderas, cuando son sólo bocetos y un lienzo sobre el que borrar y borrar para seguir, simplemente, intentando pintar algo o redactarlo, aunque solo sea el resultado de esa creación: una palabra solamente.