16/11/09

Come back

Atravesando huecos mares de desconcierto he varado, ¡amigo!, he varado, en la playa, en mi playa, en mí.
Más de doscientas veces me había dicho que nunca haría de gallinita ciega y sin embargo no me he resistido a este colectivo “juego”.
Delante, atrás, y otra vez atrás, para no dejar de retroceder; y cuando ya no podía más…: ¿Avanzaba?
Sí, avanzaba.
Entre la maleza distinguí a la grulla y al sabio búho, también a un ave silenciada y a otra temerosa, vi a bandadas de pavos reales y de veloces aves migratorias. No sólo en ese pantano visual sino en los claros que fui hallando, unos más grandes que otros, a mis ojos llegó una mágica danza de amor entre dos palomas, cuyo vuelo era caricia, complicidad, alegría.
Y entonces, siguiendo un hilo invisible, tiré de la cuerda y recalé en la playa que me vio nacer. Ya no era el mismo pero ella sí, pues nunca se movió de sus sitio, ni siquiera al alegrarse de verme de nuevo.
¡Tanto tiempo recordando mi partida!
¡Tanto tiempo esperando mi llegada! Sin moverse, esperando mi llegada.
¡Y ahora llegaba yo! ¡Esperando! Sin saber que mi playa me esperaba. Me esperaba.
P1000850

No hay comentarios:

Publicar un comentario