7/12/11

¡Ya está bien de tanta tontería!

¿Alguien me podría explicar, dentro del contexto económico actual, qué son los llamados “mercados”? ¿Puede alguien decirme quiénes son? ¿Grupos de personas?, ¿conglomerados de empresas? ¿qué tipo de personajes son los que mueven la economía, y que sin escrúpulos son capaces de que un país se vaya a la ruina en semanas o en días? “Siento”que haya alguien que tenga la respuesta y que esté leyendo esta entrada y se sienta aludido, aunque visto lo visto (en Grecia, Irlanda o Portugal, entre otros) lo duro sería que no se sintiera aludido o por lo menos no hiciera el “mea culpa” y se dedicara a otra profesión.
Del problema de la denominación de términos como “mercados” hablaré en la siguiente entrada. Considero que es un problema lingüístico en primera y última instancia Ahora sólo voy a hablar de uno de los rostros de los mercados. Pinchen el enlace y véanle la cara, miren como adquiere forma. Léanlo detenidamente y tómense tiempo, es un reportaje, no es un simple artículo. (Ver enlace).¡Increíble, verdad! Lo más asombroso de todo es que el autor del reportaje escriba desde la frialdad más absoluta y no se manifieste, éticamente, en la mayoría del reportaje. Veamos el segundo párrafo: <<Los robots-inversores no tienen la culpa del desplome de las Bolsas ni del aumento de la prima de riesgo de España. A las máquinas solo les interesa la velocidad. Pasan olímpicamente de los fundamentales económicos. Son como los pistoleros del Lejano Oeste: gana el más rápido en desenfundar. Sus operaciones duran un suspiro y, por tanto, no generan tendencia alguna en el mercado, ni alcista ni bajista>>. Tengo que entender y comprender, por tanto, que los robots, máquinas, algoritmos matemáticos, o lo que sea, saben operar en bolsa y no generan malestar en la economía. Dicho de otra manera, ¡son éticos! Pero curiosamente, en la siguiente frase del segundo párrafo se dice lo siguiente: <<Aspiran a hacer dinero en cualquier contexto>>.
¡Ya está bien de tanta tontería! Si aspiran a hacer dinero en cualquier contexto, no tienen escrúpulos, ni ética, ni rigor. Simplemente. ¡Ya está bien de tanta estupidez! ¡Por Dios!
Intuyo y temo, visto este reportaje, y lo poco que sabemos de los llamados “mercados” que nunca sepamos verdaderamente qué son ni quiénes lo forman. Lo más llamativo del llamado “sistema” consiste en dar por consabidas y por elementales cuestiones de verdadero interés para la mayoría de las personas que formamos el “sistema”. Silenciando elementos importantes del sistema y envolviéndolos de misterio crean la duda y la necesidad de cuestionar otros aspectos del sistema que son perjudiciales: “el estado del bienestar”, por ejemplo. Lo más curioso de todo es que cualquier persona que intente reflexionar un poco sobre los asuntos sobre los que estamos hablando se le tacha enseguida de “antisistema”, con el valor despreciativo que ya la palabra tiene. Como se ve, al final, todo queda reducido a una cuestión de lenguaje, o de semántica. Por extensión, todo el mundo sabría decir qué supondría ir en contra del sistema, y nadie, casi nadie tiene claro qué son “los mercados”. ¡Qué curioso!

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