Quizá entendamos mejor la canción que cerrará esta entrada. Para ello analicemos algunas frases de la cotidiana realidad.
1. Guarda silencio: ¡Cómo si se fuera a escapar de algún lado!
2. Sueña despierto: Es posible, en un mundo donde se ve claramente la diferencia entre dormir y despertar.
3. “Media sonrisa”: La otra media la guardamos para los días festivos.
4. Ríe de nervios: ¡Quién dijo que las paradojas no era alimento para el alma!
5. Llora de alegría: ¡Quién dijo que la verdad tuviera tan preciado valor!
6. “Realizarse a sí mismo”: ¿Todavía podemos creer en la individualidad estricta? Falta algo de movida, aunque si no es la de los 80, si bien podría ser, la del panadero o la del barrendero, que nos suministran alimento al yo, puntualmente.
7. ¿Estamos o somos? Esto bien lo podría decir un anglófono, que no hace mención filosófica entre ninguna entidad verbal. Sin embargo, ellos tienen un tiempo (el presente continuo), del que nosotros carecemos. Mientras, el castellano, tiene innumerables formas de referirse al pasado.
8. Con la expresión “vivir alegremente” se hace alusión a eso, a vivir con ton y y son, alegremente, valga (en este caso) la redundancia.
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