18/10/13

¡Oh!

Pretendes encender el fuego calentando sobre el oído el amor, pretendes dármelo todo. Pretendes que el acontecer sea más bello a cada pasito, en cada instante, en cada resuello, en cada voz, en cada pálpito, con cualquier nota, en cada abrazo de ritmo, con cada vibración.
Y es por eso que pide ir lento, apreciando el viaje, frenando la velocidad de la escucha, paladeando, sintiendo, encogiéndome, estirándome al contacto, recordando como decía Vicente Alexandre, que no somos moluscos y menos piedras insonoras.
Y te busco pero ya estás aquí, estás ahora, has estado siempre, yo no te oía, pensaba que eras más lejano, que oteabas la inmensidad de los hombres dándoles eternidad por fragmentos, por momentos. Sin embargo el ahora está conmigo, ¡oh amor manifestado! ¡Oh presencia invisible!
¡Oh gran regalo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario