12/10/13

¡Que no te paren en seco!

Querido agente/s:
Después de haber recibido la multa por estar mal estacionado, no voy a perder la sonrisa. Sé que el Estado tiene afán recaudatorio y sé que unas personas dependen de otras, unas cumplen con sus deberes, otros optan. Todos elegimos. Podría acogerme al cabreo restante pero voy a dejarme llevar por las necesidades sociales, las propias necesidades del Estado que necesita de nosotros, impuestos y liquidez suficiente para hacer frente a las inclemencias que demanda la población: el hambre, la acción social con los más desfavorecidos. No os guardo rencor, más bien se ha trocado en mí un estado de tristeza por otro más cercano al optimismo, aunque parezca curioso. Sé que no podré ir regularmente ya a comprar al estanco donde amablemente soy atendido por una bella y encantadora mujer, sé que no podré participar ya del desarrollo local, iré a los centros comerciales en los cuales el aparcamiento es más que abundante. No suelo tardar mucho en ir y regresar del estanco, y creo que en un centro comercial quizá me detenga más y me compre ropa y embellezca más mi imagen, aunque ahora mi presupuesto se haya disminuido y no pueda hacerlo hoy o en estos días. Pero, queridos hermanos agentes, hoy he colaborado con el hambre y también sé que si esta tarde diera un paseo tampoco podría ayudar a Cruz Roja o a Médicos sin Fronteras, ¡ya lo han hecho ustedes por mí! Mi capacidad de elección y la falta de diálogo hacen de la sociedad un infortunio, sobre todo cuando nos vemos como contrarios y no motivados por el sentido común. Queridos agentes, pronto os quitaréis la ropa, pues vuestro turno de trabajo habrá pasado, dentro de poco vendrán otros. Id por la calle con las ideas claras sobre el mantenimiento del orden social, y si un mendigo os pidiera dinero o si os invitan a una cerveza disfrutad los acontecimientos como se merecen y así iréis sintiendo y calando lo que realmente representa el Estado del Bienestar, (que no deja de ser una opción, un enfoque, nadie elegirá el Estado del Malestar). Pues eso, que hoy habéis y habréis de optar. Yo me quedo con el mendigo. ¿Y vosotros? Elegid bien, para que no se os estropee el día.
Todo está en el enfoque.
Por cierto, realmente hoy ha sido un buen día. Espero que no hagáis mucho el indio si esta noche de sábado salís, aunque reconozco que me gustaría veros por una rendijita, movidos por la espontaneidad, y acabando el día de la Hispanidad mecidos por el arrullo y el calor que proporciona, un día de fiesta.

Atentamente y de corazón:
Un ciudadano como lo pudiera ser otro.

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